miércoles, 18 de noviembre de 2009

The Brooklyn Bridge, The Incredible Man and The Wonderful & Beautiful Black Girl



Era mi segundo día en Nueva York y nuestra querida anfitriona, Aydee, me preguntó a dónde me gustaría ir. Yo le dije: "os llevo al puente de Brooklyn". ¡ Tan picado yo.... sin conocer !
Por la mañana habíamos estado en un hospital de Queens pues mi hermosa bebé llevaba casi 48 horas sin orinar, hasta que la doctora que nos atendió, de ascendencia oriental, nos preguntó qué era lo que tenía la niña. Antes de que pudieramos responder, mi bebé, que estaba sentada ya sin pañal sobre mis rodillas, se orinó copiosamente. La doctora casi no nos entendía y creo que salimos de alli tropezando con nuestras palabras y a empujones de las suyas, como niños regañados por hacerle perder el tiempo. Luego recorrimos algunas tiendas de Queens, buscando productos colombianos para sacudirnos la mala experiencia con los sabores y los aromas del corazón, pero yo no dejaba de buscar en el horizonte, obsesionado, la estructura forjada del famoso puente.
Hasta que al fin llegamos. Era El Puente de Brooklyn. "Tan poderoso y cinematográfico", pensé. Comenzamos a caminarlo y al llegar al centro del puente, donde la altura llega al máximo soportable, trepé por el cable arqueado y me asomé con arrojo fingido al vacío. La imagen de Tarzán saltando al East River desde lo más alto del puente me había dejado impresionado a los 10 años, cuando vi por primera vez la pelicula "Tarzán en Nueva York" en el programa "Primera Sesión", después de un largo telediario, en uno de aquellos inolvidables sábados de mi infancia.... Y ahora allí estaba yo, enfrentando esos 75 metros de altura, imaginando el letal impacto, balanceandome temerario en el borde inseguro y sucio de los gruesos cables de acero, como un funambulista inexperto a punto de precipitarse.... Pero entonces el timbre de una bicicleta me rescató del abismo y me apoyé con disimulo y cierto desdén en la estructura de hierro oxidado. Como el Hombre Increíble, yo también me escapé del fondo. La verdad, (que es algo tan relativo siempre), es que sin la fantástica y oportuna ayuda de The Wonderful & Beautiful Black Girl jamás hubiera podido escapar de ese abismo incierto. Thank You Mademoiselle.

A modo de dato histórico: sólo una de las muchas personas que han saltado desde lo alto del Brooklyn Bridge ha sobrevivido al impacto con el agua. Fué en 1960 y el tipo ganó los 100 dólares que había apostado con un amigo.

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